Tú tambien puedes ser Misionera

Te invitamos a vivir una experiencia vocacional con nosotras y descubrir cual es tu vocación.

Jesús te invita y te dice: VEN Y SÍGUEME, VEN Y LO VERÁS.

 

El fin primordial de la formación es permitir que las candidatas a la Vida religiosa descubran, asimilen y profundicen  en qué consiste la identidad de la religiosa así como el don de su vocación.

ETAPAS DE FORMACIÓN:

ASPIRANTADO

  • El Aspirantado es un tiempo de discernimiento y acompañamiento vocacional.
  • En ésta etapa la aspirante nivela sus estudios básicos.
  • La aspirante recibe una formación básica que la lleve a alcanzar una mayor madurez humana y cristiana.    

 

 

PRE-NOVICIADO 

  •   Es un tiempo de iniciación espiritual y religiosa donde la pre-novicia se confirma en su vocación, conoce los diferentes horizontes apostólicos propios de la congregación.
  • Desarrolla programas específicos que la llevan a desarrollar una personalidad equilibrada, a la madurez según su edad.
  • Esta etapa es rica en experiencias personales, se acompaña a la joven a ir logrando un equilibrio afectivo y a desarrollar la capacidad de vivir en fraternidad.
  • Obedece al Evangelio con Alegría. 

 

      NOVICIADO

  • El objetivo principal de la novicia es: Contemplar a Dios.
  •   La novicia perfecciona su vida de oración y contemplación.
  •   Se caracteriza por su apertura y entusiasmo en la vivencia de la fraternidad.
  • Comprende la esencia y horizonte de los consejos Evangélicos , el voto de lealtad a la congregación y a la Iglesia, amor preferencial por los pobres y la vivencia del Evangelio.    
  • Se le ayuda a buscar a Cristo en su Palabra a través de la oración personal y comunitaria, la soledad y el silencio y la participación de la vida litúrgica y sacramental.
  •   La novicia alcanzará un profundo amor a la Santísima Virgen María.
  •   Se le instruye de manera clara y precisa en la vivencia de las virtudes características de nuestra comunidad.  
  • Se le enseña a desarrollarse de manera integral, para que aprenda, busque y logre un crecimiento congruente a su identidad.  
  • El noviciado tiene como finalidad conocer y profundizar que su vocación es un don Divino.  
  • La novicia experimenta el modo de vida propio.  
  •   En esta etapa se vive una sólida piedad que se reflejan los criterios y motiva todas las acciones.  

VOTOS TEMPORALES (Juniorado)

  • Por la profesión religiosa, la Misionera de Cristo Resucitado abraza con votos privados la observancia de los tres consejos evangélicos: Obediencia, Pobreza y Castidad; así como el voto de lealtad a la Congregación y a la Iglesia, el voto de amor preferencial por los pobres y de Vivir el Evangelio según los Estatutos de las Misioneras de Cristo Resucitado.
  • Se consagra a Dios por el ministerio de la Iglesia y se incorpora al Instituto con todos los derechos y deberes.
  • Ésta etapa es un tiempo continuación y consolidación de la formación en la vida religiosa. Tiene como objetivo continuar, consolidar, afianzar y madurar a través de una formación integral, el seguimiento radical a Jesucristo.
  • En este tiempo se dará una formación  que lleve a la  recién profesa a alcanzar una madurez humana-espiritual, teológico-pastoral y técnica- profesional.
  • En esta etapa se realizan los estudios eclesiásticos correspondientes.

FORMACIÓN PERMANENTE (Votos perpetuos)

  • Para la Misionera de Cristo Resucitado, los Votos perpetuos son un estado de consagración a Dios para siempre. Ella vive la caridad perfecta y el anhelo de ser santa, permanece alegre, siendo testigo de la Resurrección y continúa con la presencia Salvadora y transformadora de Jesucristo en el mundo.  Así entrega totalmente su vida a Dios y a la humanidad.
  • La Misionera de Cristo Resucitado busca actualizarse en todas las áreas: Teológica, pastoral, así como los nuevos documentos de la Iglesia.

  

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Nuestro Fin

El fin de las Misioneras de Cristo Resucitado es ser signo de la Certeza de la Resurrección, viviendo en Obediencia, Pobreza y Castidad, en un amor preferencial por los pobres, viviendo el Evangelio, buscando siempre el desarrollo integral de sus miembros y viviendo en una auténtica vida de fraternidad.